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Cuando tenía 14 años creé mi primera página web y durante el proceso llegué a recibir 2000 visitas al día. Justamente ahí comenzó todo.

Siempre me gustó el diseño y los idiomas, así que terminé decidiéndome por estudiar lo primero, abandonándolo casi de inmediato totalmente decepcionado por como muchas personas destruyen la creatividad en vez de incentivarla.

Luego, desafiándome a mí mismo, opté por Ingeniería, enfrentando contenidos que yo pensaba que jamás iba a dominar, sin embargo logré salir exitoso de todos los inconvenientes.

Años después abrí los ojos, un sistema educativo obsoleto con profesores no aptos para el mundo moderno reinaban, donde incluso negaban la única constante de nuestras vidas la cual es el cambio y donde además los errores de generaciones pasadas seguían repitiéndose y apenas un pequeño porcentaje notaba lo mismo que yo.

Por lo tanto llegué a la conclusión de que la verdadera educación es la que uno se da a sí mismo y la que nunca termina porque es la que verdaderamente importa, por esta razón decidí mantenerme en constante formación y adaptación ante cualquier dificultad.